La nueva reina seguramente no sorprendió a nadie, pero a decir verdades estuvo impecable y a la altura. Un traje corto y off white, ideal y correcto para un acto por la mañana y en verano y quedará reflejado en los libros de historia, diseño de su modisto Felipe Varela, de líneas puras y limpias para un vestido y un abrigo en blanco roto, con un discreto cuello bordado con cristales y sin joyas.
La Reina Sofía y la Infanta Elena, quien nos tiene acostumbrados a ello, han estado muy elegantes.
A mí me ha parecido un look muy apropiado para un momento en que la ostentación se acerca al mal gusto...
Fotos Vogue, Hola
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